Sé que a esta altura ya es tarde para la noticia de último momento pero no quería que quede fuera de mi blog mencionar el fallecimiento de un príncipe “Guido Falaschi”, con tan sólo 22 años se fue una promesa del automovilismo.
La verdad es que las últimas 3 vueltas no pude verlas, a mamá justo se le antoja volverse a casa y cuando llego ya todo había terminado. No me queda más que esperar a ver las noticias para saber quien había ganado pero nunca espere que venga con un adicional. No llore, pero un par de lágrimas salieron, por la distancia (bendita distancia) muchos dicen ¡qué importa! Y están equivocados. Más de uno debe ser fanático (¡fanático!) de algo o alguien y cuando pasa algo malo el malestar se siente.
Es un deporte de riesgo, todos lo saben y bien se dice que a una cierta edad ya podemos elegir lo que queremos hacer con nuestras vidas. Si, la adrenalina se empieza a sentir desde chico por el hecho de que los padres son impulsores de todo esto pero después.. todo depende de uno mismo. Guido decidió ser feliz “sobre ruedas”, consiguió ganar dos campeonatos y ahora iba por más. Estoy segura que se fue feliz por haber sido considerado un gran rival y gran candidato en la categoría máxima.
No sé que más decir, o quizás sí, pero fuera de toda crítica deportiva, falla humana y supuestas culpas, creo que hasta aquí es la mejor forma de recordarlo.
GUIDO FALASCHI (01-10-1989 / 13-11-2011)
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